¿Que es C.I.?

Ciudades inteligentes

¿Qué son las Ciudades Inteligentes o Smart City?

Como establece McKinsey, las estrategias de ciudades inteligentes comienzan con las personas, no con la tecnología. “La “inteligencia” no se trata solo de instalar interfaces digitales en la infraestructura tradicional o de agilizar las operaciones de la ciudad. También se trata de utilizar la tecnología y los datos con determinación para tomar mejores decisiones y ofrecer una mejor calidad de vida”

Una ciudad inteligente busca promover un desarrollo sostenible y eficiente en todos sus ámbitos, desde la movilidad, la gobernanza o la economía, hasta la manera de vivir de cada uno de sus ciudadanos. 

Mejorar el entorno natural o urbano, facilitar procesos cotidianos, reducir el gasto público u ofrecer información a tiempo real son sólo algunos de los beneficios que podemos encontrar en una smart city.

Hay una serie de variables que nos ayudan a definir una Smart City y que están directamente relacionadas con el desarrollo de una ciudad. Algunas de ellas serían: transporte eficiente, mayor transparencia gubernamental, participación ciudadana, protección medioambiental y funcionamiento inteligente y seguridad.

Una ciudad inteligente se define como una ciudad en la que las tecnologías de la información y la comunicación se utilizan para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, para impulsar el uso eficiente de los recursos y para mejorar la sostenibilidad. Sobra decir que una ciudad se considera sostenible cuando sus edificios son sostenibles; pero ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de este tipo de edificios?

Un edificio inteligente es una estructura equipada con materiales y tecnologías innovadoras que permite automatizar y autorregular todos sus sistemas. Al hacer uso de tecnologías como IoT (Internet de las Cosas, por sus siglas en inglés), un edificio inteligente busca mejorar la usabilidad de la estructura, optimizar su eficiencia y mejorar su seguridad y accesibilidad, al tiempo que la hace más sostenible y consciente del medio ambiente.

En una definición más amplia, una ciudad se puede considerar como “inteligente” cuando las inversiones en capital humano y social y en infraestructura de comunicación fomentan activamente un desarrollo económico sostenible y una elevada calidad de vida, con una sabia gestión de los recursos ejercida a través de un gobierno abierto.

¿Cómo funcionan las ciudades inteligentes?

Las ciudades inteligentes son un sistema digital transversal que proporciona a los responsables de gobierno un modelo holístico de ciudad mediante la integración de servicios y sistemas verticales. Estas verticales se pueden clasificar como las siguientes:

Smart Economy: potencia la innovación y el desarrollo económico de tu ciudad.
Smart Environment: optimiza los recursos naturales y protege el medio ambiente.
Smart Living: casas inteligentes para mejorar la atención domiciliaria.
Smart Governance: ofrece sistemas digitales más eficientes para los ciudadanos.
Smart Mobility: mejora la eficiencia y sostenibilidad de los medios de transporte.
Smart People: participación del ciudadano como sensor inteligente.

Beneficios de su implementación

Los beneficios que se pueden encontrar en una Smart City son los siguientes:

  • Eficiencia. Las operaciones a llevar a cabo en infraestructuras e instalaciones de la ciudad se realizan con mayor eficacia.
  • Gracias a la información almacenada y procesada, la toma de decisiones se facilita.
  • La conectividad permite integrar y coordinar los diferentes servicios urbanos.
  • La calidad de los servicios que se integren puede ser monitorizados y controlados.
  • Open Data. Además de recopilar información, es importante compartirla tanto con empresas como con ciudadanos. Esto, además, promueve la participación de ellos en la toma de decisiones.

Además de los beneficios que afronta la urbanización en las metrópolis, las ciudades inteligentes también presentan un enorme beneficio para la implementación de fuentes de energía sostenibles, otro gran reto para la industria de la construcción. Resaltamos estas tres fuentes de energía:

  • Energía geotérmica: un tipo de energía renovable en la que el calor se extrae del suelo para proporcionar una fuente alternativa y energéticamente eficiente de calor ilimitado.
  • Cogeneración: un sistema en el que se genera simultáneamente energía térmica y eléctrica.
  • Fotovoltaicos integrados en edificios (BIPV, por sus siglas en inglés): la integración de módulos fotovoltaicos en la estructura de un edificio en particular, para reemplazar materiales más convencionales.

Otra característica que ofrecen este tipo de ciudades es la gestión eficiente de los recursos, incluyendo la información. Cuando hablamos de la conexión entre el sector de la construcción y las ciudades inteligentes, es importante que no pasemos por alto el papel que juega el Building Information Modeling (BIM). Mediante el uso de la metodología BIM, podemos anticipar el comportamiento energético de un edificio en particular, lo que permite tomar decisiones ambientales más informadas.

Más aún, las tecnologías inteligentes pueden mejorar el costo de vida, la seguridad, el tiempo de viaje diario,  los trabajos, la conexión, el medio ambiente y la salud de las personas que viven en ellos hasta un 30%.